En la madrugada del 8 de julio de 1978 un incendio destruyó el Museo de Arte Moderno de Rio de Janeiro, reduciendo a cenizas su valioso acervo. Sesenta y cuatro pinturas de Joaquín Torres García y siete murales constructivos pintados por el taller en el hospital Saint Bois, que integraban la exposición Geometría sensible, fueron destruidos en el fatídico incendio. Entre los murales se encontraba «Pax in lucem», uno de los pocos murales pintados por Joaquín Torres García. En «Pax in lucem» (2018), cada plano de la caja de escaleras es pintado al óleo con los cinco colores extraídos del propio mural, fabricados especialmente por Luis Infantozzi con la misma fórmula utilizada entonces por el Taller Torres García. La luz cenital que ingresa por la recuperada claraboya, y el perfume del aceite de lino, invitan y conducen al espectador hacia el nivel superior del museo.





Pax in lucem, 2018
Óleo sobre pared y abertura de claraboya
Dimensiones variables

Fotografía: Rafael Lejtreger